Esta devoción se basa en el amor infinito de Cristo por la humanidad, representado en su Corazón, símbolo de su misericordia, sacrificio y entrega. La devoción tiene sus raíces en la Sagrada Escritura. Jesús mismo habla de su Corazón: Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón. (Mateo 11,29).
En el siglo XVII, Jesucristo se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostró su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas y con una herida abierta, expresando su dolor por la indiferencia de los hombres y pidiendo reparación por los pecados del mundo. Nuestro Señor prometió gracias inmensas a quienes practiquen esta devoción con fe y perseverancia.
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del primer día
Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor. (Salmo 107, 1)
Todo el ser de Jesús, Dios y hombre, arde de amor hacia nosotros. Dios se ha hecho hombre por amor a todos los hombres. Se ha abajado hasta nosotros, para que podamos contemplar y experimentar su amor. Toda la persona y vida de Jesús, sus gestos, sus miradas, sus palabras y sus sentimientos, arden de amor misericordioso. Al Corazón traspasado de Jesús debemos mirar y recurrir para alcanzar el verdadero conocimiento de Dios, y así, experimentar su amor. Su Corazón es fuente de Salvación. El amor salva, Él es nuestra esperanza. A través del amor, nos sentimos amados por Él, y así, capaces de amar a los demás.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del segundo día
Vivan en el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a Dios (Efesios 5, 2)
Esa cruz, que corona tu Sagrado Corazón, brota ardiente de amor. Cruz significa amor sin medida. Así lo dijo el Señor: He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse, para testimoniar su amor. La cruz está en el Sagrado Corazón, porque por ella, el Corazón de Jesús latió y suspiró su amor desde su encarnación. Y durante toda su vida terrena, en ella dejó de latir cuando ya muerto, dio hasta su última gota de sangre. La cruz está en el Sagrado Corazón, porque muriendo en ella, comenzó a latir en los cielos, en donde late por la eternidad.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén.
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición.Amén.
Lectura bíblica del tercer día
Como la ternura de un padre con sus hijos, así es la ternura del Señor con sus fieles. (Salmo 103, 13)
Jesús nos ha abierto su Corazón para que de Él broten todos sus dones, lo bueno que Él quiere para nosotros. Y al darnos la ternura de su Corazón, nos invita a que «entremos en él», para vivir completamente su amor. La ternura nos invita a salir de nosotros mismos, a poner nuestra vida al servicio del hermano, a participar del amor de Dios, haciéndolo llegar a tantos que lo necesitan a través de nuestra ternura, convirtiéndonos en expresión profunda del propio Corazón de Jesús. El Corazón de Jesús como tesoro de ternura, está siempre próximo a nosotros. Se hace cercano para darnos toda su ternura desde lo más pequeño y con toda la fuerza de su amor.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del cuarto día
El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto. (Mateo 13, 22)
El Sagrado Corazón de Jesús está rodeado de espinas, porque la Pasión de Jesús está en acto presente y en cada latido es punzado por dolorosas espinas, las cuales le provocan un dolor continuo y permanente. Las espinas representan a los bautizados que, olvidándose de Jesús Eucaristía, prefieren los placeres del mundo, a los consuelos del amor divino. El Sagrado Corazón rodeado de espinas, siente un dolor muy grande en la frialdad y la indiferencia de aquellos corazones alejados de la misericordia de Dios. Acudamos a los sacramentos y a la adoración a Jesús en la Eucaristía y oremos por aquellas almas tristes y apartadas, para que se encienda en ellas el fuego del amor de Cristo.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del quinto día
Sean buenos y compasivos unos con otros. (Efesios 4, 32)
Jesús nos invita a vivir desde la compasión como actitud fundamental de vida. La compasión resume el amor que recibimos de Jesús y el que estamos llamados a dar a los demás. Es la síntesis de la dinámica amorosa en la que el Señor nos entrega el amor y la compasión, y nos invita a reproducirla con los demás. Para asemejarnos a su Corazón compasivo, necesitamos transformar nuestro corazón, sintonizar con el Señor, escuchar la voz de Dios en nuestro interior, y aprender a mirar con sus ojos. Solamente así, habrá garantía de disponibilidad interior, para lo que el Espíritu Santo de Dios nos inspire.
Podemos sentir el latido del Corazón compasivo de Jesús al interesarse por nosotros en nuestra integridad. Como discípulos de Cristo, mostremos compasión a la humanidad, dando a conocer a Nuestro Señor, quien puede darnos su compasión, cambiar nuestra condición y con su luz, guiarnos por el camino de la vida.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del sexto día
En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia. (Efesios 7, 2)
De la misma manera, a como la lava de un volcán, la montaña herida, al deslizarse por la ladera, incendia todo a su paso, incluso a las rocas más duras, haciéndolas arder en llamas incandescentes. Así, de la misma manera, arde el torrente impetuoso de la sangre divina, que contiene el fuego del amor divino. El Espíritu Santo, las almas y los corazones, aún de los más duros y fríos, se derriten como cera al fuego, cuando son alcanzados, aunque sea por la más pequeña gota de esta Sangre de Jesús. Cuando el río de fuego del costado abierto de Jesús irrumpe al abrirse la brecha en ese dique de amor infinito que es el Sagrado Corazón, las personas no deben temer ni apartarse, sino dejar que los inunde y que los abrace, porque es el Espíritu Santo en persona.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del séptimo día
Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan. (Salmo 86, 5)
El Corazón de Jesús es la misericordia en sí misma, esa que muchas veces nos damos cuenta de que nos falta, por ejemplo: con nuestros hermanos, cuando no miramos a la persona sino sus actos. Es la misericordia que muchas veces nos falta como Iglesia, con las personas que se sienten alejadas y nos cuesta volver a incluir. Es la misericordia que nos falta como sociedad, para respetar al que piensa distinto, y que no buscamos entender.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del octavo día
El fuego del amor es una llama que el mismo Dios ha encendido. (Cantares 8, 6)
El Sagrado Corazón de Jesús quiere tomar el corazón de cada persona: su ser, su alma, su cuerpo, su vida toda; e introducirla en ese horno ardiente de caridad, para hacerlo arder en el fuego de su amor, y convertirlo así en una llama viviente del amor divino. Jesús nos entrega su Corazón Eucarístico, envuelto en las llamas de su amor, para que al tomar contacto el alma con la Eucaristía, el corazón humano se encienda en el fuego del amor de Dios, de modo que el alma quede toda encendida de la caridad divina.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
✠ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del noveno día
Porque él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, reestableciendo la paz por la sangre de su cruz. (Colosenses 1, 20)
En el Corazón de Cristo, lleno de amor hacia el Padre y hacia los hombres, sus hermanos, tuvo lugar la perfecta reconciliación entre el cielo y la tierra. Quien quiera hacer la experiencia de la reconciliación y de la paz, debe tomar la invitación del Señor y acudir a Él. En su Corazón encontrará paz y descanso; allí, su duda se transformará en certidumbre; el ansia, en quietud; la tristeza, en gozo, y la turbación, en serenidad. Allí encontrará alivio al dolor, valor para superar el miedo, generosidad para no rendirse, y volver a tomar el camino de la esperanza.
[Decimos las peticiones de cada uno para esta novena]
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: Ánimo, no temas, que soy yo. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Amén. ✠
Propósito de confesarse y comulgar cuando se pueda.